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Qué es una DMZ o Zona Desmilitarizada

¿Has oído hablar en alguna ocasión de una Zona Desmilitarizada, o una DMZ? Es un concepto muy conocido dentro del mundo de la informática, y que puede ser de gran ayuda a tu empresa. Sobre todo, si trabajas con documentos que puedan ser considerados sensibles, o con información confidencial. Porque es una forma de proporcionar una capa extra de seguridad a todos tus dispositivos, una forma de aislar cualquier servidor que puedas tener. Y, de esta manera, también tus datos. No te preocupes si es la primera vez que lees sobre este término, ¡porque te lo vamos a contar todo sobre él!
Miguel Barbancho

Miguel Barbancho

ilustración Qué es una DMZ o zona desmilitarizada

Funcionamiento de una DMZ

Puede que, al indagar en el menú de tu router, hayas visto en alguna ocasión el término DMZ y te haya generado curiosidad. Comencemos por el principio, y es explicando por completo qué es una Zona Desmilitarizada y cómo funciona. Esta se define como una subred dentro de una red de conexiones de dispositivos, especialmente diseñada para aislar servidores. Su objetivo principal es ser una capa de seguridad extra, actuar como si de un cortafuegos o firewall se tratara.

Básicamente, se sitúa entre la red interna de dispositivos que tengas en tu empresa e internet. De esta manera, sí que se puede acceder a los servidores en la DMZ a través de internet, pero no a los internos.

¿Qué se busca con esto? ¡Es muy sencillo! Se intenta que los ataques que se puedan recibir desde fuera no afecten jamás a nuestra información sensible. Su función principal es ubicar todos aquellos dispositivos que, posteriormente, usaremos como servidores para tener acceso desde cualquier lugar.
En resumidas cuentas, podríamos señalar que una Zona Desmilitarizada es una red que funciona de forma aislada dentro de la red completa de nuestra empresa, estableciendo así una zona de seguridad. En esta se suelen almacenar archivos que queremos tener disponibles desde internet, pero salvaguardando el resto de los documentos.

Un detalle interesante que debes tener en cuenta es que prácticamente cualquier router cuenta, hoy en día, con la configuración necesaria para que puedas habilitar tu propia DMZ. Si bien es cierto que no es la opción más recomendable, puede ser una solución alternativa. Sobre todo, cuando hablamos de una red local y no de una red de una empresa.

Configuración

Por regla general, las DMZ no se configuran con un solo firewall, sino con dos. De esta manera, se consigue que tengan incluso más seguridad. Lo normal es que se sitúe uno de estos firewall frente a las conexiones externas y otro que esté entre la red interna y este primero.

Pero ¿cómo se configuran exactamente? Lo primero que debes hacer es ver qué requisitos de seguridad necesitas exactamente, para así saber de qué base partes. Tras eso, debes acceder a la configuración de tu router o firewall, ese que conecta la red interna con Internet, y configurarlo de tal forma que permitas el tráfico entrante hacia los servidores en la DMZ. Y, ¡muy importante!, debes bloquear el tráfico hacia la red interna.

A continuación, debes asignar una dirección IP única al dispositivo que se encuentre dentro de la DMZ. Por último, tendrás que configurar estos servidores para que sean capaces de aceptar el tráfico de internet sin permitir que accedan a la red interna.

Lo cierto es que es una labor técnica, compleja y que requiere de manos expertas para que funcione. Así que te recomendamos siempre contar con profesionales del sector para así asegurarte de que todos tus documentos están protegidos. Es más, si no sabes cómo hacerlo corres el riesgo de perder información o de sufrir más ataques, ¡así que tenlo muy en cuenta!

Ventajas

Las ventajas de hacer uso de este tipo de tecnología de seguridad se refieren todas a la protección de datos, puesto que estamos hablando de una especie de filtro protector. En caso de que necesites tener acceso a una parte de la información de tu trabajo desde casa, por ejemplo, una DMZ te asegurará que el resto de los archivos confidenciales se encuentran a buen recaudo. Es muy importante implementar este tipo de seguridad en todos los ámbitos laborales, puesto que es vital para evitar ataques externos.

Ejemplo de uso de una DMZ

Para hacerlo más sencillo, queremos poner un ejemplo de uso de una DMZ. ¡Porque así es mucho más visual!

Imagina que en tu empresa te dedicas a vender dispositivos electrónicos, y debes llevar un registro de todas las ventas que haces en el día a día. Para hacer que tus comerciales puedan trabajar desde fuera, quieres proporcionarles un programa mediante el cual puedan introducir todos los datos de sus clientes.

Y, por supuesto, deben poder usarlo tanto dentro como fuera de la oficina, puesto que, de otra manera, tendrían que hacer el trabajo doble una vez llegasen a esta tras vender. Para eso, una DMZ es clave.

Cuando tú das acceso a dispositivos externos a una parte de tu red local, esta DMZ es una especie de intermediario que permite que solo se acceda a lo que tú realmente necesitas. Ese servidor concreto que permite que tus trabajadores introduzcan datos mientras trabajan fuera se encontraría en esta DMZ, y el resto de la red interna estaría siempre a salvo.

Consideraciones de seguridad al usar una DMZ

Como hemos señalado, es importante que la persona que gestione la DMZ y la configure sea experta en este sector. Porque no es sencillo, requiere conocimientos técnicos y no podemos olvidar que estamos trabajando con información confidencial. Más allá de este consejo que os damos, debéis tener en cuenta que es fundamental denegar todo el tráfico del exterior para que únicamente entre lo que nosotros consideremos.

Si estás trabajando con información sensible, o si simplemente quieres blindar tus dispositivos, una DMZ puede ser la solución que estás buscando. No dudes en contactar con nosotros si necesitas más información.

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